El colesterol HDL: Fija las endotoxinas bacterianas, especialmente las de tipo lipopolisacáridos (LPS), y neutraliza su toxicidad. Como resultado, las personas con altos niveles de HDL tienen sustancialmente menos inflamación durante las infecciones. Recupera las toxinas en circulación, como el colesterol oxidado y transporta las toxinas hacia el hígado para su desintoxicación. Las partículas de HDL que transportan toxinas tienen muchas más probabilidades de ser “acogidas” por el hígado con respecto a las partículas de HDL sin toxinas. Los beneficios del colesterol HDL: Las personas con altos niveles de HDL presentan 1/6 del riesgo de desarrollar pulmonías, y en el estudio Leiden 85-Plus, las personas con altos niveles de HDL presentaban un riesgo reducido del 35% de morir debido a infecciones. En el EPIC Study, cada incremento de 16,6 mg de HDL por decilitro redujo el riesgo de tumor intestinal del 22%. En el VA Normative Aging Study, cada incremento de 10 mg de HDL por decilitro fue asociado con una disminución del 14% en el riesgo de morir antes de los 85 años de edad. Según Paul Jaminet, el valor óptimo de HDL debería ser alrededor de 70. Sin embargo en la mayoría de las personas los niveles de triglicéridos son demasiados elevados, mientras los niveles de HDL son demasiado bajos. Bajos niveles de triglicéridos y altos niveles de HDL son fuertemente asociados con un estado de longevidad. En ancianos, altos niveles de HDL son asociados con la capacidad de caminar más rápidamente y de mayor equilibrio gracias a una mejor función cognitiva. Un colesterol total por debajo de 200 indica una reducida función inmunitaria. Cuando el colesterol total es bajo (menos que 200), las causas posibles pueden ser:
- Una dieta pobre en grasas, tipo dieta macrobiótica. Si este es el problema, aumentar las grasas
- Hipertiroidismo, que puede ser aliviado con suplementos de litio
- Una infección por protozoos, hongos o parásitos que comen las partículas de lipoproteínas
Cuando los niveles de colesterol total y HDL son altos, esto puede significar una reducida capacidad de deshacerse de las partículas de LDL en la sangre. Posibles causas incluyen:
- Hipotiroidismo o falta de yodo o selenio. Las hormonas tiroideas son necesarias para activar el receptor LDL, para permitir a la células de remover el colesterol LDL de la sangre. La suplementación de yodo reduce de manera significativa el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos.
- Una insuficiente exposición al sol reduce la producción de vitamina D y de otros esteroles a partir del colesterol
- Excesiva oxidación de colesterol LDL más allá de la capacidad de los macrófago de “limpiar” el LDL oxidado.
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